Trump endurece su política migratoria: redadas masivas, deportaciones y protestas en todo EE.UU.

En junio de 2025, la política migratoria de Estados Unidos vive una de sus fases más restrictivas y polémicas en décadas. Bajo el segundo mandato del presidente Donald Trump, se ha implementado un enfoque agresivo que combina deportaciones masivas, la militarización de las ciudades y el endurecimiento del control fronterizo. Esta nueva estrategia ha generado protestas masivas, crisis diplomáticas y un clima de incertidumbre entre más de 11 millones de migrantes indocumentados.
Deportaciones masivas y regreso de políticas anteriores
Una de las principales medidas impulsadas ha sido la intensificación de las redadas en ciudades con alta densidad de migrantes. En centros urbanos como Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Baltimore, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han realizado arrestos masivos, incluso en zonas residenciales y lugares de trabajo. En Houston, por ejemplo, más de 500 personas fueron detenidas en una sola operación, muchas sin antecedentes criminales.
La cancelación del programa de parole humanitario para migrantes provenientes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua ha afectado a más de 500,000 personas que tenían autorización temporal para permanecer en el país. Ahora, el gobierno les ofrece un «bono de salida» de mil dólares si abandonan EE.UU. de manera voluntaria.
Asimismo, se ha reactivado el polémico programa “Remain in Mexico” (Protocolos de Protección al Migrante), el cual obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano el resultado de sus casos. Esto ha provocado un colapso en ciudades fronterizas como Tijuana y Ciudad Juárez, donde miles de migrantes viven hacinados en refugios improvisados.
Presencia militar en ciudades estadounidenses
El presidente Trump ordenó el despliegue de 700 infantes de marina y 4,000 elementos de la Guardia Nacional en Los Ángeles, con el supuesto objetivo de apoyar las operaciones del ICE. Esta decisión ha sido criticada por diversos sectores, incluyendo autoridades estatales. Gavin Newsom, gobernador de California, denunció que el despliegue constituye una «fantasía desquiciada que criminaliza a comunidades enteras».
Los Ángeles se ha convertido en el epicentro de las protestas. Marchas multitudinarias bajo el lema “No Kings” han congregado a miles de personas que rechazan la política de militarización interna. Las imágenes de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas federales han dado la vuelta al mundo.
Cierre de acceso al asilo
Una de las medidas más preocupantes ha sido la desactivación de la aplicación CBP One, principal vía para programar citas de asilo en la frontera sur. Esto ha dejado varados a miles de personas, como Nidia Montenegro, quien llevaba semanas esperando cruzar de manera legal y segura para reunirse con sus hijos en Texas. La situación ha llevado a un aumento en los intentos de cruce irregular, agravando aún más la crisis humanitaria.
América Latina bajo presión
México ha recibido en una sola semana cerca de 4,000 migrantes deportados, muchos sin recursos ni redes de apoyo. Aunque el gobierno mexicano activó el programa “México te abraza” para ofrecer albergues temporales y acceso a empleos formales, la capacidad de respuesta es limitada. Colombia, por su parte, tras tensiones diplomáticas, aceptó recibir a sus connacionales sin objeciones, aunque inicialmente se negó a los vuelos militares de repatriación.
En El Salvador, el gobierno de Nayib Bukele está en negociaciones para convertirse en un “tercer país seguro”, lo que significaría aceptar deportaciones de migrantes de otros países, una medida que ha causado preocupación entre organizaciones humanitarias.
Impacto económico y polarización social
La política migratoria de Trump también ha generado efectos económicos. Sectores como la agricultura, la construcción y el turismo han comenzado a manifestar su preocupación ante la escasez de mano de obra. Algunos reportes internos sugieren que asesores económicos del presidente han considerado excepciones para ciertos grupos de trabajadores migrantes, aunque no hay una postura oficial al respecto.
En redes sociales, el discurso antiinmigrante se ha intensificado. La criminalización del migrante se ha convertido en un fenómeno alimentado por desinformación y noticias falsas, que van desde teorías conspirativas hasta la difusión de imágenes alteradas. Esto ha incrementado la polarización social en comunidades ya vulnerables.
Lo que viene esta semana
Entre el 16 y el 22 de junio, se espera:
- La continuación de redadas masivas, especialmente en ciudades demócratas.
- Mayor tensión diplomática con países de origen como México, Colombia y El Salvador.
- Aumento del flujo migrante hacia ciudades fronterizas mexicanas.
- Escalada de protestas y denuncias por uso excesivo de la fuerza.
- Posibles ajustes políticos ante la presión económica de ciertos sectores productivos.
La política migratoria en Estados Unidos vive un momento crítico. Las medidas de mano dura, el regreso de políticas restrictivas y la militarización de las ciudades están provocando una crisis social y humanitaria de grandes proporciones. Mientras el gobierno federal refuerza su postura, millones de migrantes enfrentan una realidad de incertidumbre, miedo y desarraigo. El panorama para las próximas semanas parece continuar en esa misma línea de tensión, aunque las voces de resistencia siguen creciendo.