Trump retira a USA del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y congela ayuda internacional
Tiempo de lectura: 4 minutosDonald Trump firma orden ejecutiva para sacar a EE. UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, suspende fondos para la UNRWA y congela ayuda a Haití.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un giro significativo en la política exterior de su país al firmar una orden ejecutiva este martes (4 de febrero de 2025) que pone fin a la participación de los Estados Unidos en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH). Además, el mandatario republicano extendió la suspensión de la entrega de fondos destinados a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y congeló la ayuda a la misión de paz en Haití.
Con una trayectoria marcada por la crítica a las organizaciones internacionales, Trump expresó que su decisión responde a su creciente desconfianza hacia la gestión de la ONU. En una declaración ante los medios desde la Casa Blanca, el presidente argumentó que «siempre he sentido que la ONU tiene un enorme potencial, pero no está cumpliendo con él en este momento. Durante mucho tiempo ha sido ineficaz. Hay grandes esperanzas en ella, pero, para ser honesto, no está bien gestionada». Ante este panorama, subrayó que tanto la UNRWA como el Consejo de Derechos Humanos deben «poner orden en sus asuntos».
Trump también reiteró su postura sobre la imparcialidad del Consejo, añadiendo que «tienen que ser justos con aquellos países que merecen justicia». Aunque no especificó en qué contextos o países se refería, el mandatario ha sido crítico en el pasado con las políticas de la ONU hacia naciones como Israel, acusando al consejo de ser parcial y de favorecer intereses contrapuestos.
La ONU y las críticas de Trump
La relación de Trump con las instituciones de la ONU ha sido de tensión constante. En su primer mandato (2017-2021), ya había retirado a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un órgano que no tiene carácter de miembro, sino de observador. Esta medida fue uno de los muchos pasos que marcaron la postura aislacionista de su gobierno. No obstante, cuando Joe Biden asumió la presidencia en enero de 2021, Washington volvió a reincorporarse al consejo. Con la firma de esta nueva orden ejecutiva, Trump reafirma su visión de una ONU que, en su opinión, no cumple con su misión de velar por los derechos humanos de manera equitativa.
El gobierno de Trump ha sido enfático en sus críticas hacia la ONU, acusándola de permitir que países como Irán, China y Cuba utilicen su plataforma para protegerse de los señalamientos por violaciones graves de derechos humanos. De acuerdo con un comunicado emitido por la Casa Blanca antes de la firma, el Consejo de Derechos Humanos «ha demostrado un sesgo constante contra Israel», lo que ha generado un sentimiento de frustración dentro de la administración de Trump, quien considera que el organismo ha fallado en garantizar la imparcialidad que su función requiere.
Suspensión de fondos a la UNRWA
Una de las decisiones más polémicas durante el mandato de Trump fue la suspensión de los fondos destinados a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Esta organización se encarga de proporcionar asistencia humanitaria a los refugiados palestinos y sus descendientes. Trump condicionó la reanudación de la ayuda a que los palestinos retomaran las negociaciones de paz con Israel. La administración Trump defendió esta medida como una forma de presionar a la Autoridad Palestina para que regresara a la mesa de negociaciones y aceptara un acuerdo que llevara a la paz.
En esta nueva etapa de su presidencia, Trump ha decidido continuar con la suspensión de los fondos para la UNRWA. Esta medida sigue siendo un punto de controversia en la política internacional, ya que muchos países ven en la ayuda a los refugiados palestinos un asunto humanitario esencial, mientras que la administración estadounidense lo ha enfocado como parte de su estrategia para buscar una resolución al conflicto en el Medio Oriente.
Congelamiento de ayuda a Haití
Además de las decisiones relacionadas con la ONU, Trump ha tomado otro paso significativo al ordenar el «cese inmediato» de la ayuda financiera para la misión de seguridad internacional en Haití, que está dirigida por una fuerza multinacional encabezada por Kenia. Esta misión fue diseñada para proporcionar apoyo a la policía haitiana y ayudar a restaurar el orden en un país que atraviesa una crisis de violencia y desestabilización.
Estados Unidos había comprometido 15 millones de dólares para financiar esta misión de paz, de los cuales solo 1,7 millones fueron utilizados. La medida de congelar el resto del financiamiento (13,3 millones de dólares) se ha tomado en un contexto de incertidumbre política y económica global. El portavoz de la secretaría general de la ONU, Stéphane Dujarric, confirmó que la administración estadounidense había notificado a las Naciones Unidas sobre la decisión.
La misión de Haití ha enfrentado múltiples obstáculos en términos de financiamiento y organización, y la retirada de la contribución estadounidense pone en riesgo el funcionamiento de la misión de apoyo. La comunidad internacional observa con preocupación las implicaciones de esta medida para la estabilidad de Haití y la capacidad de la ONU para desempeñar un papel efectivo en la región.
Impacto global de las decisiones de Trump
Las decisiones de Trump de retirar a EE. UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, continuar con la suspensión de fondos para la UNRWA y congelar la ayuda a Haití reflejan un enfoque más confrontativo y aislacionista en la política exterior de Estados Unidos. Aunque Trump ha argumentado que estas decisiones están basadas en una necesidad de reformar y reorientar las políticas internacionales, muchos críticos sostienen que estas medidas debilitan la posición global de Estados Unidos y erosionan su influencia en la diplomacia multilateral.
Por otro lado, los aliados de Trump argumentan que este tipo de decisiones demuestran un enfoque más firme y realista frente a instituciones internacionales que consideran ineficaces o sesgadas. En este contexto, el futuro de la relación de EE. UU. con la ONU y otros organismos internacionales sigue siendo incierto.
En cuanto a la situación de Haití, la suspensión de la ayuda podría agravar aún más la crisis humanitaria y de seguridad que afecta al país, mientras que la prolongada inestabilidad política podría complicar los esfuerzos de reconstrucción. La comunidad internacional estará pendiente de las reacciones de los países aliados de Estados Unidos, así como de las organizaciones multilaterales, que deberán adaptarse a un entorno en el que la cooperación internacional podría verse restringida por decisiones unilaterales.
La decisión de Trump de retirar a EE. UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y su postura frente a la UNRWA y Haití subraya su enfoque hacia una política exterior más pragmática y alejada de la diplomacia multilateral. Con estas acciones, Estados Unidos envía un mensaje claro de que no tolerará lo que considera fallos en la gestión internacional, aunque los impactos a largo plazo en la diplomacia global y en las relaciones exteriores aún están por verse.