Duplican megáricos su fortuna en México

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 42 segundos

La desigualdad extrema de la riqueza en México no deja de aumentar. La fortuna total de los 14
ultrarricos mexicanos, aquellos con más de mil millones de dólares de riqueza, aumentó hasta casi
duplicarse desde el inicio de la pandemia. En particular, Carlos Slim es hoy el hombre más rico de la
región, con una fortuna mayor que los otros 13 ultrarricos mexicanos juntos.

La fortuna conjunta de Carlos Slim y Germán Larrea creció en 70 % durante los últimos cuatro años, hasta representar casi seis de cada 100 pesos de la riqueza privada en el país, cifra equivalente a la riqueza de la mitad de la población más pobre de América Latina y el Caribe —unas 334 millones de personas.

Esta excesiva concentración del poder económico guarda una estrecha relación con el poder
político: los ultrarricos en México lo son, sobre todo, por décadas de gobiernos que han renunciado
a regular su acumulación de poder e influencia. Once de los catorce ultrarricos mexicanos se han
beneficiado y se siguen beneficiando de múltiples privatizaciones, concesiones y permisos que les
ha otorgado el gobierno mexicano en las últimas décadas, lo que ha representado la transferencia
masiva de riqueza de lo público a una pequeña proporción de personas en lo privado.

La alta concentración del poder de mercado de las grandes empresas, una de las principales
fuentes del poder económico, ha sido como gasolina para el fuego de las desigualdades. Las
grandes empresas con poder monopólico tienen la capacidad de fijar los precios en los principales
sectores de la economía nacional, en detrimento de los bolsillos del resto de la población. Esto les
ha permitido aprovecharse de los choques económicos tras las crisis globales recientes para subir
más que proporcionalmente los precios de los productos en los sectores que controlan. Las
ganancias de las empresas capturaron el 60 % del incremento en precios de la economía mexicana
de septiembre de 2021 a septiembre de 2022, el período con el mayor aumento en el costo de vida
en las últimas dos décadas en México.

El aumento en los precios ha generado un incremento en las ganancias de los accionistas de las
grandes empresas debido a su poder corporativo. En México, uno de cada cinco pesos del valor
agregado del sector privado se destina a los dividendos, el doble que en Alemania o Brasil. Además,
el 93% de los activos físicos está en posesión de apenas el 10% de las empresas. Este poder
económico se traduce además en poder político, que les permite influir en las reglas del juego de
su relación con el Estado mexicano. También afecta a las micro, pequeñas y medianas empresas,
porque nuestras reglas del juego parecen tratar por igual a actores muy desiguales.

El sistema económico actual es resultado de una serie de decisiones políticas. El Estado debe
revitalizar su papel en la economía para que ganes más en tu día a día, que pagues menos por lo que
consumes, que cuidar sea una elección, que la riqueza sea para quien la trabaja y que pague y
repare quien más contamina nuestro ambiente. Sí hay de otra: la economía es política.

Ver todo el estudio aquí

Artículos relacionados

Respuestas