octubre 27, 2025

Qué paso en Bolivia y cómo reaccionó el mundo

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Tiempo de lectura: 4 minutosEl reciente intento de golpe de estado en Bolivia ha desatado reacciones globales y ha evidenciado la crisis política y económica que atraviesa el país.

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Indigenous Aymara walk in Plaza Murillo, guarded by riot police, following an attempt on the eve by a military movement to seize the palace by force, in La Paz, on June 27, 2024. Two Bolivian army leaders have been arrested after soldiers and tanks took up position on the eve in Plaza Murillo, the historic square where the presidency and Congress are situated, in what President Luis Arce called an attempted coup. (Photo by AIZAR RALDES / AFP) (Photo by AIZAR RALDES/AFP via Getty Images)

Tiempo de lectura: 4 minutos

El reciente intento de golpe de estado en Bolivia ha desatado reacciones globales y ha evidenciado la crisis política y económica que atraviesa el país.

Bolivia se encuentra sumida en una profunda crisis política tras el intento de golpe de estado denunciado este miércoles por el presidente Luis Arce. Este evento ha desatado una serie de reacciones a nivel mundial y ha puesto en evidencia la compleja situación que atraviesa el país sudamericano.

Contexto del Golpe de Estado

El presidente Luis Arce denunció el intento de golpe de estado luego de que soldados y vehículos militares tomaran el control de la Plaza Murillo en La Paz y accedieran al Palacio Quemado, la antigua sede del gobierno. Estas acciones militares fueron encabezadas por el general Juan José Zúñiga, quien recientemente había sido destituido como jefe del Ejército tras realizar declaraciones en contra del expresidente Evo Morales. Zúñiga justificó la arremetida militar alegando la necesidad de «restructurar la democracia» debido a la situación del país.

Lucha Política entre Luis Arce y Evo Morales

El intento de golpe denunciado por Arce es el último episodio dentro de la convulsa historia política de Bolivia, marcada por levantamientos militares y sublevaciones. La actual crisis tiene sus raíces en la lucha de poder entre el expresidente Evo Morales y su sucesor, Luis Arce, lo que ha provocado una división dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido gobernante.

En septiembre de 2023, Morales anunció su candidatura presidencial para las elecciones de 2025, desafiando abiertamente a Arce. Morales acusó al gobierno de intentar frenar su candidatura y amenazó con que habría una «convulsión» en Bolivia si era inhabilitado. Esta declaración exacerbó la tensión política, ya que Morales, quien lideró el país durante casi 14 años hasta que en 2019 tuvo que abandonar el país tras unas elecciones marcadas por acusaciones de fraude, continúa siendo una figura polarizadora.

La división dentro del MAS quedó en evidencia cuando el partido celebró su 29 aniversario en actos separados, con los «evistas» en Santa Cruz y los «arcistas» en La Paz. Esta fractura también se ha reflejado en el Congreso, donde Arce perdió la mayoría debido a la escisión del MAS.

Deterioro del «Milagro Económico» Boliviano

La pugna política entre Arce y Morales ocurre en un momento de grave crisis económica en Bolivia. El país, que fue considerado un modelo de crecimiento económico en América Latina, enfrenta ahora una severa escasez de dólares, inflación y una disminución de las reservas internacionales.

En marzo de 2023, la escasez de dólares se hizo evidente, generando largas colas de ciudadanos que intentaban conseguir la divisa. La disponibilidad de dólares se ha reducido drásticamente, afectando tanto a importadores como a exportadores. Jaime Dunn, economista boliviano, explicó que Bolivia tiene múltiples tipos de cambios paralelos, lo que complica aún más la situación.

La caída en la producción de gas natural, un importante generador de ingresos para Bolivia, ha contribuido a la crisis. Las reservas internacionales del Banco Central han disminuido drásticamente, pasando de $15,122 millones en 2014 a $1,796 millones en abril de 2024.

La escasez de dólares también ha afectado la importación de combustibles, un problema significativo dado que Bolivia importa el 56% de la gasolina y el 86% del diésel que consume. Esto ha llevado a una crisis de suministro y al aumento de precios de productos básicos.

LA PAZ, BOLIVIA – JUNE 26: (—-EDITORIAL USE ONLY MANDATORY CREDIT – ‘BOLIVIAN PRESIDENCY / HANDOUT’ – NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS – DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS—-) Bolivian President Luis Arce addresses to crowd amid coup attempt in La Paz, Bolivia on June 26, 2024. (Photo by Bolivian Presidency / Handout/Anadolu via Getty Images

Descontento Social

El descontento entre los bolivianos ha ido en aumento debido a la crisis económica. Comerciantes y transportistas han realizado manifestaciones y bloqueos viales en distintas ciudades del país, denunciando la escasez de dólares y combustibles. En las gasolineras, las largas colas se han vuelto comunes, y en respuesta, el presidente Arce ordenó la militarización del sistema de provisión de combustibles.

El gobierno ha intentado implementar medidas para mitigar la crisis, como la relajación de restricciones a las exportaciones y la creación de una subasta de diésel para los grandes productores, pero estas acciones han sido insuficientes para calmar el descontento.

Reacciones Internacionales

A nivel internacional, el intento de golpe en Bolivia ha generado diversas reacciones. Estados Unidos expresó su apoyo a la transición y la convocatoria de nuevas elecciones, mientras que la Unión Europea instó a todas las partes a buscar una solución pacífica y dialogada. Rusia y China, por su parte, mostraron su preocupación por la intervención militar y llamaron a respetar la soberanía de Bolivia.

Futuro de Bolivia

El futuro de Bolivia es incierto. La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos, mientras el país enfrenta una encrucijada política y social. La convocatoria de nuevas elecciones es vista como una oportunidad para restablecer la estabilidad y la confianza en las instituciones democráticas. Sin embargo, la reconciliación y la unidad nacional requerirán un esfuerzo conjunto de todas las fuerzas políticas y sociales del país.

El intento de golpe de estado en Bolivia es un recordatorio de la fragilidad de las democracias en la región y de la importancia de mecanismos sólidos para garantizar la transparencia y la justicia. Las reacciones globales reflejan tanto el apoyo como la preocupación por el futuro de Bolivia, subrayando la necesidad de una respuesta equilibrada y constructiva para superar esta crisis.

La situación en Bolivia sigue evolucionando, y el mundo observa atentamente los próximos pasos del gobierno provisional y la reacción de la población. La esperanza es que, a través del diálogo y la cooperación, Bolivia pueda encontrar un camino hacia la paz y la estabilidad duraderas.

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