Maduro Ordena suspensión de la red social X en Venezuela por 10 días
Tiempo de lectura: 2 minutos Nicolás Maduro suspende X en Venezuela por 10 días tras acusar a Elon Musk de incitar al odio y al fascismo. La medida surge en medio de protestas y crisis política.

En una medida sin precedentes que subraya la creciente tensión entre el gobierno venezolano y las plataformas digitales globales, el presidente Nicolás Maduro ha anunciado la suspensión de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, en Venezuela durante un periodo de 10 días. Esta decisión se produce en un contexto de agitación política y protestas tras las recientes elecciones en el país sudamericano.
En un acto oficial, Maduro explicó que la suspensión de X es una respuesta a las acusaciones que ha dirigido hacia el propietario de la plataforma, el magnate sudafricano Elon Musk. Según Maduro, Musk y su red social están involucrados en un presunto «ataque» contra su administración, incitando al odio y al fascismo en un momento en que el presidente enfrenta una fuerte oposición. La medida, que fue formalizada a través de un decreto de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), busca forzar a la empresa a presentar “recaudos” o pruebas de cumplimiento con las leyes locales.
“Fuera X por 10 días de Venezuela, para que presenten recaudos y para establecer la medida administrativa definitiva”, declaró Maduro, enfatizando su frustración con lo que él describe como un esfuerzo coordinado para sembrar la discordia en el país. El presidente también acusó a la plataforma de ser un agente de un “golpe de Estado cibernético” dirigido contra su administración.
En su discurso, Maduro no solo criticó a Musk y a X, sino que también expresó su descontento con otras plataformas digitales, como WhatsApp, Instagram y TikTok, que, según él, contribuyen a la proliferación de odio y desinformación. “Algún día, más temprano que tarde, nacerán las nuevas redes sociales, venezolanas”, prometió el mandatario, sugiriendo un futuro donde el país esté libre de lo que considera como manipulaciones externas.
La medida de suspensión ocurre en un momento de alta tensión en Venezuela. Maduro fue proclamado como ganador en las elecciones presidenciales del 28 de julio, un resultado que ha sido ampliamente cuestionado. La oposición, observadores internacionales y varios gobiernos extranjeros han calificado el proceso electoral de fraudulento. Las acusaciones han llevado a una crisis política que ha desencadenado protestas en las calles, algunas de las cuales han derivado en enfrentamientos violentos. Según la ONG Provea, los disturbios han resultado en al menos 24 muertes, mientras que el número de detenidos supera los 2,400, según los informes más recientes.
La suspensión de X ha exacerbado la situación en Venezuela, donde el control y la censura de la información son temas de larga data. Maduro ha utilizado la medida como una herramienta para gestionar y controlar la narrativa en medio de la crisis actual, mientras enfrenta una creciente presión interna y externa. La decisión también subraya las dificultades que enfrentan las plataformas globales al operar en contextos políticos complicados y altamente conflictivos.
Con esta acción, Maduro no solo desafía a una de las principales redes sociales del mundo, sino que también lanza un mensaje claro a otras plataformas digitales y a actores internacionales sobre las consecuencias de involucrarse en la política interna de Venezuela. La suspensión de X será una prueba importante para las autoridades venezolanas, que deberán gestionar el impacto de esta medida en un contexto ya de por sí complicado.
La comunidad internacional y los observadores seguirán de cerca el desarrollo de esta situación, ya que podría tener implicaciones significativas para la libertad de expresión y el acceso a la información en Venezuela. La suspensión de X es una manifestación palpable de la lucha por el control de la narrativa en un momento en que el país enfrenta una de sus mayores crisis políticas y sociales en años recientes.